lunes, 10 de marzo de 2014

El poder de las listas.

Este capitulo del libro reflexiona sobre el porqué de las listas, su finalidad, su importancia y los distintos tipos. Podemos hacer listas de todo, desde las más sencillas cómo la lista de la compra a las más complejas lista de científicos  nacidos entre los años 1980-1999 a las más incongruentes como la lista de los tipos de cerdas para cepillos que existen.

Hay listas específicas que nos sirven de aprendizaje, otras que nos sirven de orientación y otras que realmente no sirven para nada. Las hay infinitas y las hay simples compuestas de dos elementos.
El número de listas posibles es infinito, igual que los distintos tipos de listas que se pueden realizar.

El capitulo nos invita a reflexionar sobre la inexistencia de la lista de listas, es decir, jamás podrá existir una lista que contenga todos los tipos de listas que hay, porque como he dicho antes es un número infinito. El entender este concepto el autor del libro lo considera como una satisfacción.

martes, 4 de marzo de 2014

"Calladita estoy mas insoportable"

La actividad de la que voy a hablar consistía en ni mas ni menos estar incomunicada durante un dia entero, sin móvil, Internet, televisión, música, hablar con las personas...etcétera.

Esta actividad era para mi un gran reto puesto que hablo por los codos, y de hecho me encanta hacerlo, pero siempre he tenido esas ganas de probar un ejercicio como este para relajar mi día a día y poder conectar conmigo misma. Pensé que sería un ejercicio bonito del que sacaría una buena experiencia para poder repetir, y por el contrario no lo volvería a hacer en las mismas condiciones.

Pienso que si este ejercicio lo hubiera realizado en un ambiente adecuado, como puede ser un retiro, lo hubiera disfrutado y me hubiera servido más. Pero cómo tenía que aislarme y a la vez seguir un día a día totalmente normal... yendo al instituto, topándote con personas que te hablan, te preguntan y te miran, más aun si eres la primera persona que realiza la actividad  lo complica todo un poco más.

En las primeras seis horas se me escaparon dos mini-palabras de desesperación, un rotundo "no" y un enfadado "te vas a enterar"... quitando esos dos pequeños lapsus no articulé palabra durante el resto del día. Lo pasé muy mal, notaba la cabeza cargada de la concentración que tenía que tener para no responder a la gente, me encontraba muy mal y al llegar la noche, cuando llegó mi madre de trabajar de la misma impotencia lo único que se me ocurrió fue ir a mi cuarto soltar dos lagrimas de rabia e irme a dormir. 

Con esto finalizó un día desesperante del cual ni yo ni mi familia quiere acordarse puesto que ellos me tuvieron que aguantar. No pude interiorizar conmigo y ni mucho menos relajarme...estoy segura de que algún día lograré este reto en un sitio que se acomode a las circunstancias porque es un ejercicio que me encantaría llevar acabo.